La Zarina alexandra, esposa de Nicolás II -el ultimo Zar de Rusia-, despreciada por las masas rusas como la desalmada "zorra alemana", ha sido calumniada y mal interpretada por los historiadores.
Princesa de un Gran Ducado del rin y nieta de la reina Victoria de Inglaterra, la caprichosa Alexandra, fatalista, obstinada y fanática religiosa, accedió al trono de la Rusia imperial a los 22 años de edad. Su herencia democrática, arraigada en la monarquía constitucional, se vio rápidamente desplazada en su matrimonio con un hombre al que se consideraba casi divino. Se atribuye a su flujo sobre el zar la caída de los Romanov, que meses después desemboco en el fusilamiento de toda la familia imperial a manos de los bolcheviques.
San Petersburgo no atrajo a Alexandra. Le chocaba las aventuras amorosas, los chismes, la ociosidad de las damas. "La mayoría de las jóvenes rusas al parecer no tienen en la cabeza mas que pensamientos referidos a los oficiales" se quejo Alexandra.
El Relato del dia de su boda es fascinante:
Su vestido de bodas era una creación grandiosa: el atuendo era tan complicado que Alexandra necesito casi dos horas para vestirse. Tenia las medias de encaje, los zapatos bordados y decorados, la falda ancha llena de brocato de plata la pechera muy ajustada, con sus sostenes estaba recamada de diamantes que brillaban con cada movimiento sobre todo esto Alexandra vestia el manto imperial de lienzo dorado, forrado y bordeado de armiño.Estas prendas eran tan pesadas que se necesitaba la ayuda de cuatro pajes para sostenerlas.
El largo velo de tul se mantenía fijo en su sitio gracias a una diadema Kokoshnik de diamantes engastados en platino, y a la corona nupcial de los Romanov, formada por diamantes cosidos a la tela de terciopelo carmesí.
Un observador afirmo que ella era " de lejos la mas hermosa de las mujeres presentes... Parecía mas bien Ifigenia yendo al sacrificio que la reina del imperio mas poderoso del mundo"....
El largo velo de tul se mantenía fijo en su sitio gracias a una diadema Kokoshnik de diamantes engastados en platino, y a la corona nupcial de los Romanov, formada por diamantes cosidos a la tela de terciopelo carmesí.
Un observador afirmo que ella era " de lejos la mas hermosa de las mujeres presentes... Parecía mas bien Ifigenia yendo al sacrificio que la reina del imperio mas poderoso del mundo"....
El " standart" era un gran baupres, revestido de hojas de oro, se elevaba desde el profundo casco negro, que tenia 140 metros de longitud y estaba protegido por cubiertas de teca y equipado con dos relucientes chimeneas blancas y tres altos mastiles barnizados.
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